El próximo sábado 24 de abril tendrá lugar la primera de doce partidas que definirán el campeonato mundial de ajedrez en Sofía, Bulgaria.
Los contendientes serán el actual campeón del mundo, el indio Viswanathan Anand, y el candidato Vesélin Topálov de origen búlgaro.
El inicio del encuentro ha sido pospuesto un día a causa de las dificultades que ha tenido Anand para llegar a la capital búlgara debido al cierre de los aeropuertos europeos por la actividad del impronunciable volcán islandés Eyjafjallajökull.
Los contendientes serán el actual campeón del mundo, el indio Viswanathan Anand, y el candidato Vesélin Topálov de origen búlgaro.
El inicio del encuentro ha sido pospuesto un día a causa de las dificultades que ha tenido Anand para llegar a la capital búlgara debido al cierre de los aeropuertos europeos por la actividad del impronunciable volcán islandés Eyjafjallajökull.
Anand, residente de Madrid, quedó varado en el aeropuerto de Frankfurt. Después de comprobar que sería imposible continuar el viaje en tren, se dieron a la difícil tarea de rentar algún vehículo para concluir el viaje. Tras algunas dificultades consiguieron transporte y realizaron algunos rodeos para sortear los países para los cuales Anand y su comitiva no tienen visa.
Viswanathan Anand es el décimo quinto campeón del mundo, corona que obtuvo al derrotar al campéon anterior, el ruso Vladímir Krámnik. Ha pertenecido a la elite ajedrecística por más de dos décadas, su juego es brillante y equilibrado, pues domina ampliamente la explosividad táctica, la profundidad posicional y la erudición teórica. Posee una intuición muy desarrollada que le permite un juego veloz y acertado, siendo extremadamente raro verlo en apuros de tiempo. De carácter amable, sencillo y templado ha sabido ganarse la simpatía, la admiración y el respeto de los aficionados del juego, de sus colegas y la adoración de cientos de millones de indios dónde es un héroe nacional.
Algunos han señalado - aunque no estoy de acuerdo - que carece del "instinto asesino" caraterístico de los grandes campeones como Garry Kaspárov o Anatoly Kárpov, quienes por cierto, lo han derrotado en sendos matches hace ya muchos años.
Por otra parte, Vesélin Topálov, residente de Sevilla, también ha pertenecido a la elite por al menos tres lustros y se caracteriza por su alta combatividad y brillantez táctica.
Cabe señalar que Topálov ha sido derrotado anteriormente, en 2006, por el excampéon Vladímir Krámnik. Si Topálov resultara vencedor se cerraría el triángulo entre los más grandes ajedrecistas después de que Garry Kaspárov se retirara para dedicarse a la política donde ocupa un importante lugar en la oposición rusa.
Al igual que Anand, Topálov también ha regalado abundantes ejemplos de belleza ajedrecística y aportes teóricos. Pero su carrera se ha visto empañada por rumores y acusaciones, por parte de sus colegas de elite, de que su juego en ocasiones coincide con las primeras variantes de los programas de ajedrez informático, y de que ha desarrollado un sofisticado lenguaje de señas para estar en comunicación con su manager, Silvio Danáilov. Es importante aclarar que sólo se trata de rumores, y que si bien en 2005, en San Luis, Argentina, sí hubo una protesta oficial, nunca se le ha comprobado nada.
De lo que sí se tiene certeza es que Topálov gusta de utilizar estratagemas más allá del tablero para entrubiar el ambiente y desgastar mentalmente a su rival tal como sucedió en su macht contra Krámnik cuando acusó a éste de recibir ayuda en sus constantes visitas al baño, suceso que fue conocido como toiletgate. En tal match de campeonato Kramnik dejó perder por incomparecencia una de sus partidas, lo que llevó el encuentro a la fase de desempate donde Topálov fue derrotado viendo frustadas sus aspiraciones de convertirse en el décimo quinto campeón mundial de ajedrez.
Lo anterior cobra relevancia porque el campeonato tendrá lugar en el país del aspirante al título, además de que está organizado por su manager y amigo Danáilov.
Esperemos que prevalezca el buen juego, que existan grandes aportes teóricos y que haya abundancia de juegos excitantes.