No será la mejor película mexicana de 2010 - en especial siendo contemporánea de El Infierno, Norteado, 5 Días Sin Nora, Fuego y Biutiful, a la que le fue bien en los festivales - pero sí es de esas películas que nos dejan un buen sabor de boca, nos arrancan una que otra carcajada y un sin número de sonrisas.
Además la actuación de Demián Bichir en el papel principal es más que aceptable, la ambientación de época es excelente, y la musicalización es muy agradable y adecuada.
Antes de verla, pensé que se trataría de una película que intentaría enseñarnos historia muy a la manera de las telenovelas históricas del corte de El Vuelo del Águila, especialmente porque su director está mayormente ligado a la industria televisiva.
Aunque también he de reconocer que Antonio Serrano se distingue entre sus colegas por haber dirigido algunas de las mejores telenovelas de la industria mexicana, como Teresa, Nada Personal, Mirada de Mujer y La Vida en el Espejo. Casualmente todas ellas, excepto Teresa, producidas por Carlos Payán, a quien también me pareció ver entre los créditos de la película.
Lejos de ser una película histórica, la trama se centra en las dubitaciones de Hidalgo, presentándo al padre de la patria como un hombre pasional, enamorado, devoto de Dionisios, iconoclasta, narcisista, histriónico, rebelde, inconforme, culto, inteligente, compasivo y con dotes de líder.
Sin embargo, la película no es para nada densa y profunda, como suelen serlo algunas otras obras intimistas y psicológicas francesas, alemanas, o suecas que vienen a mi mente. Es cierto que tienen mucho más valor los abismos oceánicos, pero no está demás divertirse un día en un chapoteadero.
El vesturario de la epoca me gustó mucho, en especial el generoso escote de Ana de la Reguera imposible para la época, pero imprescindible para la taquilla. Y las camisas de Bichir lucían muy actuales, sin dejar de ser decimonónicas. He de confesar que sí me gustaría ir por la calle con una de esas camisas, e incluso ir al trabajo con ese atuendo.
Lo que más me cautivó fue la exquisita voz que entonaba la canción que servía de fondo a los créditos. La letra y la composición son dignas de mención, ya averigüé que la escribió Alejandro Giacomán, y se titula Qué Sople el Viento.
La celestial voz que la entona pertenece a Denisse Lo Blondo, una angelina vocalista del grupo Hello Seahorse!, naciada un día de San Juan y que se confiesa admiradora de nada más y nada menos que Yma Sumac, María Callas y José José, entre otros. La ejecución corrió a cargo de la Orquesta Sinfónica de San Luis Potosí.
Quiero una novia como Lo Blondo. ¿Alguien conoce su email? Por lo pronto, aquí está su TW @LoBlondo ¿Tendrá FB?
Sin más, les recomiendo que la vean para engrosar los bolsillos de los productores y tengamos más películas mexicanas en los cines, porque yo prefiero las palomitas a los popcorns.
Aquí les dejo el vídeo donde pueden escuchar a Lo Blondo interpretando Que Sople el Viento.
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