Escribo esta entrada en el blog porque me resulta sorpendente que muchas personas acepten sin menor asomo de duda que hace casi 2000 años existió un hombre llamado Jesús en lo que ahora es Palestina - Israel.
No me refiero a aquellos que aceptan su existencia como parte de un credo religioso. No es mi intención ofender a quienes profesan el cristianismo en cualquiera de sus variantes.
Este texto es para todo aquel que sin profesar ninguna religión, o no siendo cristiano, ha aceptado de manera natural y sin cuestionárselo la existencia histórica de Jesús de Nazaret.
Las primeras fuentes que se aducen para acreditar la historicidad de Jesús son los evangelios. Sin embargo, por ser parte del cuerpo doctrinario del cristianismo, deben ser también las primeras fuentes que deben descartarse.
Si bien es cierto que los textos bíblicos hacen referencia a algunos hechos y personajes históricos, esto no basta para afirmar que su relatos sean verdaderos.
Deben buscarse fuentes externas. Encontramos entonces los testimonios romanos y judíos. Sin embargo, todos ellos fueron escritos alrededor de 100 años después de la supuesta presencia de Jesús. NO EXISTE NINGÚN TESTIMONIO SINCRÓNICO que acredite su existencia.
A pesar del ordenado ejercicio gubernamental de Roma, no existe ningún documento del Imperio que haga referencia al personaje bíblico. Tampoco existe registro alguno del supuesto juicio llevado a cabo por Poncio Pilato. Tampoco existe documento del gobierno de Judea acerca de Jesús, el supesto agitador político que ponía en entredicho sus privilegios.
Si no hay testimonios cotemporáneos a este personaje, ¿cuáles son las fuentes posteriores que son utilizadas para sustentar la historicidad de Jesús?, ¿Qué dicen exactamente?
Se trata de cuatro fuentes: tres romanas y una judía. Sin embargo, lo que testimonian es la existencia de un movimento político religioso conocido como cristianismo, no la existencia de Jesús. Veamos los textos uno por uno, pueden hacer clic en ellos para ir al texto completo.
Uno de ellos es la obra Las Vidas de los Doce Césares de Cayo Suetonio Tranquilo, mejor conocido simplemente como
Suetonio. En la
Vida de Claudio, escrita en el año 120 de nuestra era, afirma que este emperador "hizo expulsar de Roma a los judíos, que, excitados por un tal Cresto, provocaban turbulencias" Cabe señalar que se encuentra en tela de juicio a quién se refiere Suetonio con el nombre Cresto; si efectivamente se refiere a Jesús a quien antiguamente se le denominaba
impulsore Chresto, o se refere a un rebelde griego que se había hecho judío y excitaba disturbios
en Roma; ya que los romanos ignoraron durante mucho tiempo la diferencia que existía entre judíos y cristianos, tal como ustedes pueden leer en las notas de el texto en cuestión haciendo clic
aquí.
Otro texto frecuentemente citado es el
apartado 44 del libro XV de los Annales de
Cornelio Tácito escrito en el año 116, que dice lo siguiente: “Para este propósito él castigó, con exquisita tortura, una raza de hombres detestada por sus prácticas de maldad, por vulgar denominación comúnmente llamados cristianos. El nombre se deriva de Cristo, quien en el reinado de Tiberio, sufrió bajo Poncio Pilato, el procurador de Judea. En este caso la secta, de la cual él fue el fundador, recibió un golpe que, durante un tiempo, contuvo el crecimiento de una peligrosa superstición; pero se reavivó poco después, y proliferó con recrudecido vigor, no sólo en Judea, la tierra que lo vio nacer, sino incluso en la ciudad de Roma”.
A pesar de que la referencia es mayormente a los cristianos, y no tanto a Jesús, este es en mi opinión el documento que con mayor sustento pordría apuntalar la historicidad de Jesús, sin embargo por estar elaborado en el siguiente siglo a los hechos relatados, vale la pena preguntarse sino
es más bien el primer documento que da cuenta del mito de Cristo, y no tanto de la historicidad del protagonista.
Otro texto romano es la
epístola X 96 que manda Cayo Plinio Cecilio Segundo, gobernador de Bitinia, mejor conocido como
Plinio El Joven, al emperador Trajano en el año 112, para solicitar su instrucción sobre cómo tratar a los rebeldes cristianos. Cito sólamente lo siguiente, pero el texto completo pueden leerlo haciendo clic en el vínculo de la epístola al inicio de este párrafo: "Entre tanto, he aquí cómo he actuado con quienes me han sido denunciados como cristianos. Les preguntaba a ellos mismos si eran cristianos. A quienes respondían afirmativamente, les repetía dos o tres veces la pregunta, bajo amenaza de suplicio; si perseveraban, les hacia matar."
Claramente, esta carta no aporta nada para fundamentar la historicidad de Jesús, pero sí es un importante testimonio del desarrollo del cristianismo incipiente.
El siguiente texto representó durante siglos la joya máxima de quienes buscaron fuentes "paganas" que demostraran la existencia de Jesús. Sin embargo,
actualmente se encuentra completamente desacreditado. Se trata del
Testimonio Flaviano, contenido en los
párrafos 63 y 64 del capítulo XVIII del libro Antigüedades Judías escrito en el año 93 por
Flavio Josefo. El Testimonio dice lo siguiente: "Por este tiempo apareció Jesús, un hombre sabio (si es que es correcto llamarlo hombre, ya que fue un hacedor de milagros impactantes, un maestro para los hombres que reciben la verdad con gozo), y atrajo hacia Él a muchos judíos (y a muchos gentiles además. Era el Cristo (el Mesías)). Y cuando Pilatos, frente a la denuncia de aquellos que son los principales entre nosotros, lo había condenado a la Cruz, aquellos que lo habían amado primero no le abandonaron (ya que se les apareció vivo nuevamente al tercer día, habiendo predicho esto y otras tantas maravillas sobre Él los santos profetas) La tribu de los cristianos, llamados así por Él, no ha cesado de crecer hasta este día".
En paréntesis se señalan los fragmentos que son duramente impugnados por los historiadores y que son explicados como inserciones posteriores de los copistas cristianos. Incluso, en 1971 fue dada a conocer una versión en árabe que no incluye los fragmentos apologéticos de los copistas. La versión en árabe dice lo siguiente: "En este tiempo existió un hombre de nombre Jesús. Su conducta era buena y era considerado virtuoso. Muchos judíos y gente de otras naciones se convirtieron en discípulos suyos. Los convertidos en sus discípulos no lo abandonaron. Relataron que se les había aparecido tres días después de su crucifixión y que estaba vivo. Según esto fue quizá el mesías de quien los profetas habían contado maravillas."
Si la versión en árabe fuese auténtica, el Testimonio Flaviano, podría considerarse como la legitimación de la historicidad de Jesús. Sin embargo, tampoco éste puede ser autentificado ya que AL IGUAL QUE LAS VERSIONES GRIEGAS, LA COPIA ÁRABE MÁS ANTIGUA QUE SE CONOCE DATA DEL SIGLO X. ¡Casi mil años después del suceso que pretende testimoniar!
Para conocer más sobre el debate del Testimonio Flaviano puede visitarse
este otro sitio.
En resumen, tenemos que no existe ningún documento sincrónico que avale la existencia histórica de Jesús y que los 4 documentos posteriores que se han utilizado como pruebas de su existencia son desacreditados en función haber sido escritos casi un siglo después, y/o en función de su falta de especificidad, y/o por ser altamente sospechosos de ser falsificaciones.
En conclusión, de acuerdo con los documentos históricos conocidos hasta hoy, es extremadamente improbable que el personaje bíblico llamado Jesús de Nazaret haya existido.