jueves, 22 de mayo de 2014

NUMERALIA DE LAS RELIGIONES EN MÉXICO

Desde la invasión española del siglo XVI, los pobladores de estas tierras fueron convertidos en masa al cristianismo. Pocas opciones les quedaron a los habitantes originarios, éstos abandonaron sus creencias a cambio de la supervivencia.

Los resultados de esa conquista ideológica están a la vista en la actualidad. Según el Censo de 2010 del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), el 92.6% de los mexicanos profesa alguna religión cristiana.

A diferencia de otras latitudes, donde los conquistadores exterminaron a la población local, en México comenzó un intenso proceso de mestizaje que continúa hasta nuestros días. En el aspecto religioso puede observarse ese mestizaje. En el siglo XVI, la versión católica del cristianismo tenía ya una añeja experiencia en asimilar los cultos locales de los pueblos conquistados. El ejemplo más evidente en nuestro país es el culto a la Virgen de Guadalupe que sincretiza los cultos prehispánicos de la Diosa Madre, otro ejemplo claro lo constituyen los rituales de la Santa Cruz que coinciden, - no sólo en prácticas, sino en fecha - con los rituales de la deidad prehispánica de la lluvia. Sin embargo, los ejemplos pueden contarse por cientos cuando se comparan las similitudes entre los cultos al santo patrono de algunos pueblos y los antiguos cultos que se practicaban en tales regiones.

Aunque la población católica ha decrecido aceleradamente en los últimos 25 años, el catolicismo sigue siendo la religión predominante en el país. En la gráfica siguiente puede apreciarse que el 83% de los mexicanos se asume como católico, cerca del 10% profesa alguna otra variante cristiana, mientras que los no religiosos, en conjunto con las personas que no aportaron datos y los pertenecientes a otra religiones no cristianas suman el 7% restante.


Ahora bien, debido a que el catolicismo es una religión sincrética, pueden observarse marcadas diferencias entre sus feligreses. ¿Cuántas cosas en común puede tener el culto de los miembros del Opus Dei, con el de los peregrinos de la Virgen de Guadalupe, o el de los fieles de San Judas Tadeo, o con los Jesuitas, o los adoradores de La Santa Muerte, o los fieles del Niñopa de Xochimilco, o los seguidores del Movimiento de Renovación Carismática Católica? Una característica en común de estos cultos es que el ministerio está reservado sólo a los clérigos y que están organizados en una férrea estructura jerárquica de parroquias y diócesis cuyo poder central reside en el Estado Vaticano. Sería interesante conocer más a fondo la diversidad católica, pero no conozco ningún estudio al respecto.

Otra característica notable es que más de 5 millones de mexicanos afirma que no profesa ninguna religión, lo que representa el 4.68% de la población. Esta categoría tampoco es homogénea pues, ¿cuántos de ellos se denominarían ateos, o agnósticos, o simplemente son creyentes pero no se adscriben a ninguna iglesia?


Las categorías que utilizó el INEGI para llevar a cabo el censo 2010 no son perfectas, pero sí representan un gran avance con relación a la clasificación que se utilizaba en años anteriores. La diversidad cristiana es la que mayores dificultades impone. Se dividió al cristianismo en cuatro grupos principales: 1) Los católicos, 2) los protestantes, 3) los cristianos evangélicos, y 4) las iglesias bíblicas diferentes de evangélicas. En el siguiente diagrama se muestra la clasificación de religiones cristianas. Pueden hacer clic dentro de la imagen para hacerla más grande.


Después de los católicos, los cristianos evangélicos son el grupo que tiene mayor número de feligreses. Poco más de 7 millones y medio de personas caen en esa categoría. Sin embargo, es precisamente este grupo el que tiene menos homogeneidad y cuenta el mayor número de asociaciones religiosas registradas ante el gobierno. Dentro de esta categoría los pentecostales son el grupo más antiguo, sus ritos giran en torno a la celebraciones del Espíritu Santo, y entre ellas pueden existir diferencias en el énfasis que dan a los distintos carismas, o en las maneras en las que se entregan a la oración, ya sea mediante el canto, la risa, el llanto, y otras formas. La siguiente subdivisión es la de los cristianos evangélicos que no tienen fundamento pentecostal, aunque son más recientes, éstos son más numerosos, pero también más dispersos. Entre ellos destaca la Iglesia del Dios Vivo Columna y Apoyo de la Verdad, La Luz del Mundo, con sede principal en Guadalajara, que, debido al número de fieles (poco menos de 190,000 personas) es contabilizada por el INEGI como una subdivisión aparte.


El tercer grupo de cristianos más numeroso lo constituyen las iglesias bíblicas distintas de evangélicas, que engloba a Los Testigos de Jehová, a La Iglesia de Jesucristo y los Santos de los Últimos Días, mejor conocidos como Mormones, y a los Adventistas del Séptimo Día. Tienen en común que surgen hace poco más de un siglo en EUA y responden a una estructura jerárquica con sede principal en ese mismo país, además incorporan a su doctrina textos adicionales a los evangelios comúnmente aceptados por católicos, protestantes y evangélicos, tales como el Libro de Mormón o La Traducción del Nuevo Mundo de las Sagradas Escrituras de los Testigos de Jehová que es una traducción del antiguo texto griego adaptada a la lengua actual, además de las revistas La Atalaya y ¡Despertad! y otros textos. He aquí un ejemplo de que los criterios de clasificación son bastante laxos y responden más a un orden práctico que a un rigor metodológico, puesto que también los católicos adicionan a su doctrina otros textos. Igualmente, los integrantes del Movimiento de Renovación Carismática Católica, bien podrían pertenecer a la categoría de cristianos evangélicos pentecostales. En fin, dejemos atrás el debate de las imperfecciones de los criterios de clasificación. Tenemos entonces que poco más de dos millones de personas profesan una religión cristiana bíblica distinta de evangélica.


El cuarto grupo cristiano es el conformado por los protestantes, que agrupa a las iglesias surgidas después de la Reforma Protestante en Europa liderada por Lutero, Calvino y otros. Son los más antiguos en el país, después de los católicos. Fueron ellos los beneficiados de las Leyes de Reforma del siglo XIX impulsada por Benito Juárez y Lerdo de Tejada. De hecho, todos los cristianos no católicos, los no cristianos, y los no religiosos son deudores de esa reforma que introdujo la libertad de cultos y contuvo el control económico y político que ejercía la iglesia católica en el país. Los protestantes fueron los primeros files no católicos en aparecer en el territorio mexicano, las religiones de este grupo con más profesantes son los presbiterianos, bautistas, nazarenos, metodistas, anabautistas y menonitas. Sin embargo, a pesar de ser los más antiguos, también son los más escasos, ya que entre todos no llegan a 1% de la población, siendo un poco más de 800,000 todos ellos, tal como puede verse en la siguiente gráfica.


Aún así, los protestantes son muchos más que todos los religiosos no cristianos. En esta categoría se enlista la religión judaica; a los espiritualistas, que es una categoría poco definida que incluye a los creyentes del espiritismo y a otras religiones que mezclan creencias cristianas con otras doctrinas orientales o caribeñas; a los practicantes de religiones étnicas, como los Huicholes, Tarahumaras y otros; a las religiones de origen oriental; y al islam. Por supuesto, en esta categoría también se engloba la Cienciología, el satanismo, el New Age, y todo culto que no sea cristiano.


En la siguiente gráfica aparecen las categorías con más de 1 millón de representantes. En estricto orden son Católicos, Cristianos Evangélicos No Pentecostales, Sin Religión, No Especificados, Cristianos Evangélicos Pentecostales, y Testigos de Jehová.



Finalmente, la siguiente gráfica de barras muestra el número exacto de creyentes de cada una de las categorías. Pueden hacer clic en la imagen para hacerla más grande.



Ignoro si en el próximo conteo del INEGI, a llevarse a cabo en 2015, se incluirá la variable religiosa en el cuestionario, o bien, tendremos que esperar hasta el Censo 2020 para tener cifras actualizadas.

martes, 28 de enero de 2014

CONGRESO POPULAR

Mi generación y todas las que le siguen no han vivido en un país que no esté en permanente crisis. Desde 1982 a la fecha, 20 millones de paisanos han tenido que abandonar su tierra para alquilar su fuerza de trabajo en el país vecino del norte.  Ese es el triunfo del neoliberalismo económico y la derrota de la inexistente mano invisible de Smith. 

Los mismos medios masivos de comunicación que se escandalizan por los cientos  de cubanos que se lanzaron en la crisis de los noventas a la mar para llegar a La Florida silencian la vergüenza que significan los millones de mexicanos que se lanzan al desierto para buscar allende las fronteras la dignidad que, en esta tierra que es suya, les es negada. Los medios masivos de (des)información son una herramienta más del sistema neoliberal.  

“La soberanía reside esencial y originalmente en el pueblo”, reza nuestra Constitución pero es letra muerta. La clase política ha renunciado a representar el interés popular.  Los gobiernos neoliberales han erosionado los contenidos de los programas educativos hasta producir, en términos generales, una masa acrítica incapaz de cuestionarse su propósito en la vida. Han demostrado que es posible elevar los años de escolaridad y disminuir las capacidades humanas. La fórmula ha sido corromper a los actores de la educación, disminuir los recursos, abandonar la enseñanza de la comprensión de lectura, restar importancia a la lógica y desaparecer de los programas a la filosofía. 

La clase política y el poder judicial han encarecido la posibilidad del cambio a través de las urnas implementando descarados fraudes electorales, y ha llegado a la desvergüenza de convalidar la compra del voto al bajo precio de la necesidad. 

Es tiempo de organizarnos con imaginación para enfrentar al régimen que padecemos. Está en juego nuestro futuro y el destino de las nuevas generaciones.

Congreso Popular