Hace poco, cayó en mis manos un libro interesantísimo. Se trata de "La Cuna de la Civilización" escrito por Samuel Noah Kramer en 1967. Déjenme presumir que sólo me costó $10, ya que lo compré a un vendedor de libros viejos en Balderas.
Todos los capítulos son fascinantes, pero el sexto, que está dedicado a la historia de la escritura y a la literatura mesopotámica, me ha cautivado especialmente.
Ahí podemos encontrar fragmentos literarios que son el antecedente directo de pasajes bíblicos muy conocidos. Por ejemplo, la historia de Utnapishtim, quien es el héroe del diluvio que después los hebreos convertirán en la historia de Noé, o "El Poema del Virtuoso Sufridor" que inspirará la historia bíblica de Job, y otros más.
Igualmente averigüé que Kramer también es autor de otro libro que seguro será de mi interés: Biblical Parallels from Sumerian Literature, y desde ya, estoy a la caza de algún ejemplar. Si alguno de ustedes puede conseguirlo, les agradeceré que me avisen, en especial tú mi querida Lidia, que eres experta en búsquedas difíciles.
Abajo copio el "Canto al Rey Shu-Sin", escrito hace más de 4000 años (allá por el año 2037 antes de nuestra era), que sin duda es el antecedente directo del Cantar de los Cantares atibuído al rey hebreo Salomón que sería 1000 años más joven que su precedente sumerio si realmente hubiese sido escrito por Salomón, pero que quizá fue escrito 600 años después de su reinado, es decir, por ahí del año 400 antes de nuestra era.
El "Canto al Rey Shu-Sin" es un poema ritual que celebra el matimonio de su rey, representante del dios Enlil, y su esposa, representante de la Tierra.
Representa, sin duda, la inauguración de la poesía mística que, con doble sentido, compara la unión entre los amantes con la unión entre el dios creador y su criatura. Por cierto, después haré una entrada en este blog acerca de San Juan de la Cruz, quien maneja con maestría ese género.
Sin más preámbulo copio el "Canto al Rey Shu-Sin", la traducción al español es de Carmelo Saavedra.
Canto al rey Shu-Sin
Amado mío, déjame que te acaricie,
mi preciosa caricia es más dulce que la miel;
en la cámara nupcial, llena de miel,
déjame gozar de tu hermosa belleza.
León, déjame que te acaricie.
Mi preciosa caricia es más dulce que la miel;
amado mío, tú te has gozado en mí;
díselo a mi madre, ella te dará manjares,
mi padre te obsequiará.
Tu espíritu, sé dónde alegrar tu espíritu;
amado mío, duerme en nuestra casa hasta el alba,
tú, porque me amas,
dame, te lo suplico, tus caricias,
mi señor dios, mi señor protector,
mi Shu-Sin, que alegra el corazón de Enlil,
dame, te lo suplico, tus caricias…
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domingo, 13 de junio de 2010
jueves, 23 de abril de 2009
UN REGALO DE LOS TAIBO

Hoy estoy muy contento: Dos libros que pertenecieron a la biblioteca de Paco Ignacio Taibo I ahora han encontrado nuevo hogar en mi librero.
Paco Ignacio Taibo I falleció el pasado 13 de noviembre.
Según cuenta su hijo mayor, Paco Ignacio Taibo II, la familia decidió desarticular la biblioteca de su padre. Los libros, notas, manuscritos y originales de Taibo I los conservó su viuda, Maricarmen Mahojo; la biblioteca de poesía la organizó su hijo Benito Taibo y la entregó a La Casa del Poeta; la basta biblioteca de cine la organizó su hijo Carlos Taibo y fue entregada a la Cineteca Nacional; la biblioteca de temas asturianos fue cedida al Ateneo Republicano Español; y la biblioteca de gastronomía, los diccionarios y las enciclopedias fueron vendidas.
El resto, casi 6,000 volúmenes - según pude escuchar -, la familia decidió que fueran donados a los lectores que estuvieran interesados en ellos en el marco del festival "Para la leer en libertad" organizado por la Secretaría de Cultura del Gobierno del Distrito Federal con motivo del Día del Libro.
La entrega se realizó hoy, 23 de abril, por la mañana en la Glorieta del metro Insurgentes. Aquellas personas que llevaran un ejemplar de El Periódico tendrían derecho a llevarse dos ejemplares.
A mí me tocaron los siguientes libros:
La novela "Autor Anónimo" de Felipe Galván publicada en 2007 por la Editorial Huasipungo Tierra Roja, de la cual no tenía noticia y con gusto leeré.
Y un ejemplar de "Macbeth" de Guillermo (sí, dice Guillermo, en castellano) Shakespeare publicado en 1949 en Buenos Aires por Editorial TOR, la traducción es de D. M. Menéndez Pelayo. Es curioso que en el aniversario luctuoso de Shakespeare me hayan regalado una de sus obras :)
Pueden estar seguros los deudos de Paco Ignacio Taibo I que sus libros seguirán siendo de utilidad. Qué compartidos y qué generosos; es una actitud muy contrastante con la mía que guardo con enorme celo mis libros y se preocupa en exceso cuando presto alguno. Aprenderé a ser generoso y desprendido.
FAMILIA TAIBO: GRACIAS.
En la fotografía que encabeza esta entrada aparece Paco Ignacio Taibo II durante la entrega de los libros.
miércoles, 20 de agosto de 2008
LA GUERRA CRISTERA EN GUANAJUATO
Recién leí La Guerra Cristera en Guanajuato (2005).
Se trata de una novela escrita a la manera de un texto anónimo escrito supuestamente en 1961 por un combatiente cristero que narra las vicisitudes de las filas rebeldes durante el conflicto armado que tuvo lugar en nuestro país en los años 1926 a 1929.
La edición corrió a cargo del Instituto Estatal de la Cultura de Guanajuato, mientras que la "transcripción", prólogo , introducción y notas fueron redactadas por Alfonso Sánchez Díaz.
Cabe señalar que la participación de Sánchez Díaz adopta una franca postura militante a favor del movimiento cristero. El prólogo y la introducción lejos de contextualizar el escrito resultan ser una apología de la causa cristera y una colección de denuestos contra el gobierno federal encabezado por Plutarco Elías Calles. Por otra parte, las notas no aportan ningún dato original ni esclarecedor.
Sin embargo, el texto "anónimo" sí posee una aceptable calidad narrativa, con una estructura novelística que atrapa al lector de principio a fin, donde cada uno de los personajes principales se encuentra claramente delineado psicológicamente, y utiliza un vocabulario de uso coloquial que aporta frescura y agilidad a la lectura.
Después de leer La Guerra Cristera en Guanajuato, el lector puede hacerse una idea de cómo estaba estructurada la sociedad guanajuatense de aquella época, se trata de una sociedad de castas comandada por la jerarquía eclesiástica que ejerce su liderazgo a través de agrupaciones civiles católicas ligadas a caciques y comerciantes.
Al final me queda la impresión de que La Cristiada fue derrotada por varios factores:
En primer término parece ser que el grueso de la población a pesar de ser abrumadoramente católico - recordemos que aún hoy, Guanajuato es el estado de la república con mayor proporción de católicos entre su población - no estaba dispuesto a secundar el alzamiento que impulsaba el sector más radical del clero. En el texto puede leerse cómo la masa puede recibir con vítores a los alzados y días después recibir con el mismo entusiasmo a las fuerzas federales. Esta falta de convicción política e ideológica trae a mi memoria cómo décadas atrás, en esas mismas tierras, Benito Juárez y su presidencia itinerante fueron recibidos con bombo y platillo, para después recibir de igual forma a las huestes Imperialistas.
En segundo término, me resultó evidente la falta de cohesión dentro de la cúpula clerical. Existía una disputa interna entre un bando proclive a la negociación y un ala radical dispuesta a incendiar el país con la mira puesta en convertir a México en un estado teocrático. A la distancia esta idea de estado teocrático me resulta tan ajena que sólo puedo imaginarla comparándola con los actuales regímenes de Israel, Irán, o el depuesto gobierno talibán de Afganistán.
En tercer término, quizá la dirigencia cristera careció de la capacidad de negociación necesaria para traer a sus filas a generales federales suficientemente calificados para llevar a buen término una insurrección. En el texto, los militares cristeros oscilan entre la osada inexperiencia y el óxido del semiretiro; tampoco fueron capaces de allegarse fuentes de financiamiento, por lo que, tal como puede leerse, patéticamente sus tropas lucharon más con milagros que con balas.
El texto también da cuenta del desgarramiento de las familias a causa de La Cristiada. Puede verse la férrea convicción del joven combatiente (me di cuenta de que tal convicción es la misma en todo guerrillero, sin importar que éste combata por la cruz o por la hoz y el martillo), o la impotente oposición de un padre de familia que ve avasallada su palabra por la de un sacerdote, o la desolación de una madre que sólo parió hijos para dar soldados a dios.
He aquí una cita:
El texto está repleto de emociones, ilusiones, rencores, traiciones y desesperanzas; hay reproches a los militantes cristeros faltos de valor; se escuchan reclamos a las cúpulas que negocian con el gobierno y abandonan a su suerte a sus soldados; en el ambiente flota la aspiración masoquista de convertirse en mártires; y existe la convicción de ser "elegidos de dios" por él sólo hecho de salvar la vida.
En resumen, es una lectura interesante y recomendable.
Cabe preguntarse qué tanto ha cambiado la sociedad guanajuatense desde aquellos días hasta nuestra época. No olvidemos que el mayor enclave de las organizaciones de ultraderecha es precisamente Guanajuato. Hasta ahora ellos han tenido la capacidad organizativa suficiente para hacerse de los gobiernos de Guanajuato, Querétaro, Jalisco, y para comenzar a incrustarse en distintos puestos del gobierno federal. ¿A eso se referirán cuando dicen que van a guanajuatizar México?
Se trata de una novela escrita a la manera de un texto anónimo escrito supuestamente en 1961 por un combatiente cristero que narra las vicisitudes de las filas rebeldes durante el conflicto armado que tuvo lugar en nuestro país en los años 1926 a 1929.
La edición corrió a cargo del Instituto Estatal de la Cultura de Guanajuato, mientras que la "transcripción", prólogo , introducción y notas fueron redactadas por Alfonso Sánchez Díaz.
Cabe señalar que la participación de Sánchez Díaz adopta una franca postura militante a favor del movimiento cristero. El prólogo y la introducción lejos de contextualizar el escrito resultan ser una apología de la causa cristera y una colección de denuestos contra el gobierno federal encabezado por Plutarco Elías Calles. Por otra parte, las notas no aportan ningún dato original ni esclarecedor.
Sin embargo, el texto "anónimo" sí posee una aceptable calidad narrativa, con una estructura novelística que atrapa al lector de principio a fin, donde cada uno de los personajes principales se encuentra claramente delineado psicológicamente, y utiliza un vocabulario de uso coloquial que aporta frescura y agilidad a la lectura.
Después de leer La Guerra Cristera en Guanajuato, el lector puede hacerse una idea de cómo estaba estructurada la sociedad guanajuatense de aquella época, se trata de una sociedad de castas comandada por la jerarquía eclesiástica que ejerce su liderazgo a través de agrupaciones civiles católicas ligadas a caciques y comerciantes.
Al final me queda la impresión de que La Cristiada fue derrotada por varios factores:
En primer término parece ser que el grueso de la población a pesar de ser abrumadoramente católico - recordemos que aún hoy, Guanajuato es el estado de la república con mayor proporción de católicos entre su población - no estaba dispuesto a secundar el alzamiento que impulsaba el sector más radical del clero. En el texto puede leerse cómo la masa puede recibir con vítores a los alzados y días después recibir con el mismo entusiasmo a las fuerzas federales. Esta falta de convicción política e ideológica trae a mi memoria cómo décadas atrás, en esas mismas tierras, Benito Juárez y su presidencia itinerante fueron recibidos con bombo y platillo, para después recibir de igual forma a las huestes Imperialistas.
En segundo término, me resultó evidente la falta de cohesión dentro de la cúpula clerical. Existía una disputa interna entre un bando proclive a la negociación y un ala radical dispuesta a incendiar el país con la mira puesta en convertir a México en un estado teocrático. A la distancia esta idea de estado teocrático me resulta tan ajena que sólo puedo imaginarla comparándola con los actuales regímenes de Israel, Irán, o el depuesto gobierno talibán de Afganistán.
En tercer término, quizá la dirigencia cristera careció de la capacidad de negociación necesaria para traer a sus filas a generales federales suficientemente calificados para llevar a buen término una insurrección. En el texto, los militares cristeros oscilan entre la osada inexperiencia y el óxido del semiretiro; tampoco fueron capaces de allegarse fuentes de financiamiento, por lo que, tal como puede leerse, patéticamente sus tropas lucharon más con milagros que con balas.
El texto también da cuenta del desgarramiento de las familias a causa de La Cristiada. Puede verse la férrea convicción del joven combatiente (me di cuenta de que tal convicción es la misma en todo guerrillero, sin importar que éste combata por la cruz o por la hoz y el martillo), o la impotente oposición de un padre de familia que ve avasallada su palabra por la de un sacerdote, o la desolación de una madre que sólo parió hijos para dar soldados a dios.
He aquí una cita:
"... -¡Yo, sacerdote del Altísimo, en nombre de Jesucristo Rey, te doy permiso para que actúes en defensa de tu fe como has pensado!...
... -¡Y yo, su padre de mi hijo, te prohibo en el nombre de Dios, con la potestad de ser tu padre!...
... -Tu padre se opone a esto. Quiera Dios no lo castigue en ti mismo por su terquedad..."
El texto está repleto de emociones, ilusiones, rencores, traiciones y desesperanzas; hay reproches a los militantes cristeros faltos de valor; se escuchan reclamos a las cúpulas que negocian con el gobierno y abandonan a su suerte a sus soldados; en el ambiente flota la aspiración masoquista de convertirse en mártires; y existe la convicción de ser "elegidos de dios" por él sólo hecho de salvar la vida.
En resumen, es una lectura interesante y recomendable.
Cabe preguntarse qué tanto ha cambiado la sociedad guanajuatense desde aquellos días hasta nuestra época. No olvidemos que el mayor enclave de las organizaciones de ultraderecha es precisamente Guanajuato. Hasta ahora ellos han tenido la capacidad organizativa suficiente para hacerse de los gobiernos de Guanajuato, Querétaro, Jalisco, y para comenzar a incrustarse en distintos puestos del gobierno federal. ¿A eso se referirán cuando dicen que van a guanajuatizar México?
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domingo, 13 de julio de 2008
LETRAS RETENIDAS

Hace algunos años el gobierno de la Ciudad de México decidió fomentar la lectura implementando el programa Para leer de boleto en el metro. Se editó una compilación de lecturas rápidas de distinguidos autores y se imprimieron varios volúmenes de la misma.
Los volúmenes se encuentran a disposición de los usuarios para que puedan hacer ameno su viaje. Sólo se pide que al llegar a su destino devuelvan a los anaqueles el libro para que un nuevo usuario pueda disponer de él. Quizá el único defecto del programa es que no en todas las estaciones hay anaqueles para devolver el libro.
Recientemente no me quedó más remedio que traer a mi casa el volumen nueve de las compilaciones porque no existe en la estación anaquel donde pueda devolver el libro. Por supuesto, lo devolveré en la siguiente oportunidad.
Mientras tanto aprovecho para transcribir dos poemas de Juan Domingo Argüelles contenidos en ese libro que no pude devolver:
Al lector
Aquí están los rencores.
Los escribí pensando en ti.
Creí por un momento que eran flores
que amanecían en abril.
Pero al poner la mano me han herido,
¡puta, si me han herido!,
me han lastimado hasta sangrar,
hasta aullar de dolor,
hasta quejarme inmensamente
en la noche del lobo inconsolable
que abre sus fauces relucientes
como queriendo devorar
su propio corazón
lleno de amor.
Epitafio 2
Nos propusimos asaltar el cielo
y obtuvimos a cambio el desencanto.
Nada puede hoy borrar el desconsuelo,
la impotencia de haber confiado tanto
en las escasas fuerzas del anhelo.

El de la imagen es Juan Domingo Argüelles.
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